¡Buenos días! ¿Qué tal el fin de semana? Nosotros empezamos la semana con nuestra sección mensual de “Nutrición en las diferentes etapas de la vida” y seguimos con los niños. Hoy voy a hablar del niño preescolar de edades comprendidas entre 1 añito y 3.

Una vez pasado el primer año, en el cual se introducen un montón de alimentos en la dieta del pequeño, comienza una nueva etapa en la que se van introduciendo poco a poco aquellos alimentos con una textura un poco más dura que le obligue a aprender a masticar bien y, por tanto, a comer alimentos troceados. Aunque esto depende en gran medida en el carácter del niño y en su capacidad de aprendizaje, alrededor de los 18-24 meses ya debería ser capaz de tomar esos alimentos troceados, como pueden ser galletas, queso, jamón de york, etc.
El niño entre los 4 y los 18 meses se adapta a comer desde sólo la leche materna a una comida similar a la del adulto aunque de menor tamaño. Por tanto, es un período en el que más cambios alimenticios se realizarán con respecto al resto de su vida.

No se deben aplicar normas nutricionales rígidas ni obligar al niño a comer un alimento si no quiere ni se le debe reñir; lo que se debe hacer es ofrecer otras alternativas (incluyendo el alimento en cuestión) y estimularle a probar nuevos alimentos con diferentes sabores, textura y colores para que él elija. A base de ofrecerle el alimento que en un principio rechaza, al final acabará probándolo y aceptándolo (más aún si ve que el resto de personas que lo rodean lo ingiere). Es muy importante no premiar o recompensar a los niños con alimentos ya que habría un riesgo de sobrealimentación y de elección de alimentos con menor valor nutricional, como bollería, azúcares, etc. En este punto, destacar que los niños presentan una gran variabilidad en la ingesta calórica de una comida a otra, de forma que un importante ingreso energético en una comida va a ser compensado por un bajo ingreso energético en la siguiente, siendo finalmente la ingesta energética total diaria normal.

Recordar la importancia de un desayuno completo y equilibrado.
A los tres años, la madurez de la mayoría de órganos y sistemas es similar al adulto. Por otra parte, al contrario que en la etapa anterior, los niños en edad preescolar tienen unas necesidades calóricas menores por una desaceleración en el crecimiento (crecen aproximadamente 12 cm en el segundo año, 8-9 cm en el tercer y 5-7 a partir de esta edad), pero hay un aumento en las necesidades proteicas ya que hay un gran crecimiento de músculos y otros tejidos. De este modo, se puede decir que necesitan unas 1.300 Kcal/día (dependiendo, por supuesto, de la actividad física del niño), y necesitan un aporte de proteínas de alto valor biológico combinando las proteínas de carnes, pescados, huevos y lácteos.
Y ya para despedirme, quiero recalcar que cada niño es diferente y tiene sus propios gustos, los cuales hay que tener en muchísima consideración y ser respetados. Se come para desarrollarse y crecer, y esto lo puede conseguir cada niño con un modo diferente de comer.
Saludos a todos :)
Realizado por Cristina Vallespín Escalada
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.